Una de las áreas en la que no se encuentra tan reconocido el rol fisioterapéutico es en la rehabilitación del paciente quemado.
Como fisioterapeutas tenemos 4 sistemas grandes en los que impactamos, estos son: neuromuscular, musculoesquelético, cardiovascular y tegumentario.
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano, no podemos desconocer que una lesión que genere pérdida de su integridad va a repercutir en el movimiento del paciente posteriormente. Conjuntamente, la composición de la piel juega un papel fundamental en la nutrición de los tejidos circundantes y en la eliminación de toxinas a nivel corporal.
Dicho lo anterior, es indispensable que el fisioterapeuta haga parte del equipo interdisciplinar que intervenga en estos pacientes con el fin de mitigar las consecuencias de su afección en la movilidad y contribuir a recuperar en el mayor porcentaje posible la funcionalidad del paciente. Es importante que la terapia inicie cuando el paciente se estabilice electrolíticamente.